Por siempre en la historia del universo se ha pensado que el factor único y esencial para la existencia de vida en la tierra es la energía solar. Pero a continuación y a través de este ensayo voy a demostrar lo contrario. Pero primero y a modo de introducción voy a partir por definir la energía solar.
La energía solar es la energía obtenida mediante la captación de la luz y el calor emitidos por el Sol. Entre otras cosas la energía solar se manifiesta y llega al planeta como energía lumínica, la cual permite la visión o ver los objetos o cosas durante el día y además, que ocurra un proceso vital para la vida de los animales y del hombre, la fotosíntesis.
Así con estos antecedentes usted se preguntará, ¿Cómo entonces se puede producir la vida sin la energía solar?
Esta fauna es la más pobre de todas las que pueblan las distintas regiones del océano, aunque ello se compensa por su rareza y por sus curiosas formas de adaptación. Así bajo esta profundidad la luz solar no penetra más allá de unos pocos cientos de metros , sólo el azul y el verde llegan hasta los 500 o 600 m de profundidad; por debajo de este nivel, la oscuridad es completa. Entre 1.000 m de profundidad y el fondo la temperatura es constante: 2 º C. Además, la presión que reina en estos abismos es muy alta, pues aumenta en una atmósfera cada 10 metros. La falta de luz impide la fotosíntesis y, por tanto, el desarrollo vegetal; la única fuente de nutrientes de que disponen los animales está formada por los cadáveres de otros animales o la materia vegetal muerta que caen desde la superficie.
Así con este estudio e investigación realizada por científicos expertos se puede afirmar que la energía solar no es el único productor de vida en la tierra, si no, que existen otras fuentes existentes como el de éste ecosistema abisal todavía en proceso de investigación.
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